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30 de marzo de 2009

“Nunca en mi vida me habían dado tan duro”

Por: Cecilia Orozco Tascón
Entrevista con el personero de Bogotá, Francisco Rojas Birry.
Francisco Rojas Birry, se defiende
Foto: Gabriel Aponte
Birry: “En una campaña de casi un millón de votantes que se volcaron a apoyar a Samuel, era imposible ponerse a pensar en el que llegaba”.

Si David Murcia era como el rey Midas, ahora lo que él o DMG tocaron, en vez de oro, corre el peligro de convertirse en escoria. Los funcionarios del Gobierno Nacional o de las administraciones locales que han sido mencionados en torno al escándalo suscitado por la captadora ilegal de capitales, han perdido el cargo o están enfrentando investigaciones y procesos judiciales. Además han sido cuestionados social y políticamente en medio de una publicidad periodística enorme.

Si todos los involucrados son culpables de intercambio irregular de dineros o favores con Murcia y su emporio, sólo se sabrá con el tiempo y cuando los jueces entreguen sus fallos. Entre tanto, cada uno de ellos deberá pasar por un vía crucis de preguntas incómodas, acusaciones veladas y dudas partidistas. Esa es, precisamente, la situación del personero de Bogotá, Francisco Rojas Birry, cuya gestión al frente de esa entidad no le interesa a nadie, aunque él asegura que en su primer año de trabajo tiene mucho para mostrar. Los micrófonos y las cámaras se encienden con la intención de interrogarlo por su supuesta relación de amistad o de negocios con Murcia y su organización. Su figura indígena está en el ojo del huracán desde que aparecieron las grabaciones de unas conversaciones telefónicas de empleados de DMG que hablaban de darle $200 millones de pesos.

Él ha respondido, casi con furia, que no es culpable de nada y que no renunciará. Pero cada vez está más solo: su partido, el Polo, no le ha retirado el apoyo. No obstante, la tibieza de su defensa es obvia. El alcalde Moreno, que lo ayudó a elegir, ha estado ausente. El Concejo, que votó por él, empieza a reclamarle. Y, lo que es peor, comienzan a aparecer testimonios en su contra de antiguos enemigos personales y de unos extraños que se hicieron llamar “uribistas con Samuel”. Éstos fueron justamente, quienes llevaron a Murcia a la campaña del actual alcalde, y a la oficina de Rojas Birry. Uno de ellos ha reconocido que es amigo del presidente Uribe y de José Obdulio Gaviria. Tal hecho ha dado pie para que se despierten las suspicacias. El Personero respondió sin restricciones de su parte, cada una de las incómodas preguntas que le formulé. Los lectores decidirán si convenció o no.

Cecilia Orozco Tascón.- ¿Cómo lograron dos desconocidos —Fidencio Mena y Jorge Iván Bonilla, que resultaron trabajar para DMG— acceder en una sola visita al coordinador de una campaña tan grande como la de Samuel Moreno, y entrar a la residencia de la madre del candidato?

Francisco Rojas Birry.- He hecho política para dos períodos del Concejo, dos del Senado, y para las alcaldías de Lucho Garzón y Samuel Moreno. Se hace campaña hasta el último minuto. Si a mí alguien me dice que va a traer un bus lleno de ciudadanos que quieren votar, yo digo bienvenido. Lo único que me llamó la atención era que se presentaran como ‘uribistas con Samuel’ y que insistieran en hacer una reunión.

C.O.T.- ¿Por qué terminaron yendo a la casa de la mamá del Alcalde?

F.R.B.- Primero estuvimos en una oficina de Residencias Tequendama con unos quince asistentes. Ellos repetían que había unas personas que iban a ayudar pero no dijeron quiénes eran. No ofrecieron plata ni votos sino que deseaban hacer la reunión. De tanta insistencia, decidimos ir a la casa de la ‘Capitana’ porque en la sede principal se acumulaban a veces hasta doscientas personas.

C.O.T.- ¿No les pareció extraña e imposible de creer esa mezcla de “uribistas con Samuel”? Uno es uribista o es del Polo, pero no las dos cosas al tiempo.

F.R.B.- En una campaña de casi un millón de votantes que finalmente se volcaron a apoyar a Samuel, era imposible ponerse a pensar en el que llegaba.

C.O.T.- ¿Cuántas veces más vio a Murcia?

F.R.B.- En noviembre, después de las elecciones, en el evento de Corferias para alcaldes y gobernadores, al que asistieron el presidente Uribe y muchos otros personajes. Allí estaba Murcia en un puesto de DMG. Ése fue el primer contacto personal que tuve con él. Y a comienzos de enero (de 2008) fui a las instalaciones de DMG, al norte de Bogotá.

C.O.T.- ¿Por qué fue?

F.R.B.- Porque en Corferias Murcia estaba vendiendo los productos de DMG. Eso me despertó interés por ir a la sede. Allá me limité a escuchar las ofertas de los servicios que tenían, pero no los compré.

C.O.T.- Si usted no invirtió en DMG y sólo vio a Murcia un par de veces, ¿por qué él interpretó que había una relación de mutuo apoyo con usted? Se lo digo por la carta que él le envío desde la cárcel en la que decía que “ahora el que necesita ayuda soy yo”, como implicando que usted le debía un favor.

F.R.B.- Esa es una interpretación suya.

C.O.T.- Sí, pero con base en el tono de la carta.

F.R.B.- Murcia, ya detenido, les envió cartas en esos mismos términos a la Procuraduría General, a la Defensoría del Pueblo y a otras entidades. Buscaba la protección de sus derechos, que presuntamente estarían siendo violados en la cárcel. Además, a la Personería llegan centenares de solicitudes similares. Recuerde que aquí atendemos desplazados, desmovilizados, reinsertados, reclusos, etc.

C.O.T.- Pero esa es la población objetivo de la Personería. Murcia es un caso especial.

F.R.B.- De nuevo está equivocada porque aquí llegan comunicaciones, por decir algunas, de guerrilleros reconocidos que piden asistencia legal. También hay solicitudes de gente de la parapolítica y atendimos la de Yidis Medina. Además, todos los documentos dirigidos a nombre del Personero o de Francisco Rojas Birry llegan a correspondencia y ahí la reparten. Por eso nunca conocí la carta por la que usted me pregunta. Supe de ella cuando un funcionario de aquí se la filtró a la prensa.

C.O.T.- ¿Funcionario de la Personería?

F.R.B.- Sí. Y eso es materia de investigación que la Fiscalía ya está adelantando. El trámite de esa carta le correspondió a la delegada de derechos humanos que, al darle curso, envió a un funcionario a la cárcel, para entrevistarlo y llenar todos los formatos. O sea, el procedimiento rutinario que se seguiría frente a cualquier recluso que lo pida.

C.O.T.- Si ese proceso que usted me ha descrito se cumpliera con todos los que acuden a la Personería, a ésta no le alcanzarían los funcionarios, ¿la atención a Murcia fue normal?

F.R.B.- Es rutinaria. La Personería de Bogotá tiene 858 empleados y está en veinte localidades. Hay muchos temas que no pasan por mis manos. Cuando dijeron en la prensa que Murcia le había mandado una carta al Personero, dije aquí: “¿Dónde y quién tiene ese papel? Búsquenlo”. Y ¿Sabe qué me mandaron? Una hoja. Ni siquiera está la parte final. Si esa carta no hubiera salido en los medios, no me habría dado cuenta de que existía.

C.O.T.- Si usted no tenía ningún trato con DMG, ¿por qué dos personas de allá hablan de Rojas “Virrey” para entregarle “200 puntos”?

F.R.B.- Primero, no puedo hablar de unas conversaciones que no conozco y segundo, no puedo interpretar lo que dicen unas personas que tampoco sé quiénes son. Si usted busca hoy en el directorio telefónico mi nombre, mi dirección y mi teléfono, los encuentra. Hace nueve años que mis datos no cambian. Si alguien quisiera hacerme daño con una información pública como esa, lo puede hacer fácilmente.

C.O.T.- Pero usted se reúne con Murcia y después aparecen dos empleados de DMG diciendo que hay que entregarle 200 ‘puntos’ ¿No es mucha coincidencia?

F.R.B.- No sé por qué hablan de puntos ni por qué mencionan mi dirección. El que me llevó a conocer a Murcia, Fidencio Mena, dijo en su primera entrevista en la W que no le constaba nada sobre mí. Al día siguiente aseguró que sí sabía, involucró a otras personas y dijo que yo lo iba a matar. Por todo eso, voy a denunciarlo penalmente.

C.O.T.- Sin embargo, una persona que se identifica como Jairo Enrique Bulla sostiene que su situación económica era muy mala antes de las elecciones, y muy buena después.

F.R.B.- A Bulla lo conocí hace muchos años. Después, siendo yo senador, lo llevé a trabajar conmigo pero tuve que prescindir de sus servicios posteriormente. Ahí tuvimos el primer problema. En esta campaña apareció para decirme que él conocía bien la Personería y que quería apoyarme. Cuando gané, me pidió que lo nombrara en la Delegada Disciplinaria. Le contesté que no tenía espacio. Entonces empezó a mandarme derechos de petición y, por último, me mandó una cuenta de cobro por 25 millones de pesos por haberme apoyado en la campaña. Ahora Bulla asesora al concejal Jorge Durán Silva.

C.O.T.- Durán Silva también le está pidiendo que se retire.

F.R.B.- Precisamente la explicación del debate del concejal Durán Silva contra Rojas Birry es que Bulla lo aconseja. Comparé las cartas que Bulla envió aquí, con los informes que han mandado a la Procuraduría y a la Fiscalía desde la oficina del doctor Durán. Son idénticos. El concejal no tiene la culpa porque no sabe que Bulla se convirtió en mi enemigo.

C.O.T.- ¿Cómo hizo usted para pagar la hipoteca de su casa justo por los días en que se supone que le dieron plata de DMG?

F.R.B.- Es falso que mi casa esté libre de hipotecas. Adquirí esa propiedad en 2001 por 170 millones de pesos. La hipotequé con la cooperativa Coomeva para que me dieran un préstamo de 85 millones. Hoy, después de ocho años, todavía debo 68 millones (ver parte superior de la pág.)

C.O.T.- Supongo que si sus cuentas son así de claras, probablemente su situación jurídica terminará arreglándose. Pero el tema político es más complicado. ¿Tiene el respaldo de su partido o lo perdió?

F.R.B.- Una franja muy importante del Polo me acompaña. La mayoría de los concejales del partido también y cuento con el respaldo de un sector importante de los congresistas y de los ediles de la ciudad. Además, el comité distrital del Polo me envió una carta de apoyo.

C.O.T.- Esa no es la sensación que hay, ¿está tranquilo?

F.R.B.- Soy humano. Tanta turbulencia me preocupa y no puedo estar feliz. El presidente del partido se expresa en forma contraria a lo que yo quisiera. Pero, de otro lado, mientras tenga el respaldo del sector del Polo en que siempre he militado, estoy relativamente tranquilo.

C.O.T.- Sin embargo, Carlos Gaviria ha expresado reservas sobre su conducta y me parece que el alcalde también.

F.R.B.- No me ponga a pelear con nuestro presidente Carlos Gaviria, porque lo respeto muchísimo. Él conoce mi perfil, mi hoja de vida, mi trabajo y el Polo que represento. Su posición es comprensible y voy a aclararle todo. No lo he hecho aún y creo que ha sido un acto de irresponsabilidad de mi parte.

C.O.T.- ¿Qué opina de la posición del Alcalde? ¿No hicieron juntos la campaña?

F.R.B.- También respeto lo que él está haciendo y lo que pueda expresar frente a este tema. Si no cuento con su respaldo, me parece que es de su fuero. Pero recuerde que no soy designado ni nombrado por decreto del alcalde. Soy elegido por el Concejo.

C.O.T.- Es cierto, pero en su momento se supo y se notó que usted contaba con el apoyo total de Moreno. Por eso criticaron su elección.

F.R.B.- Esos eran comentarios de la oposición. Dígase lo que se diga, el señor alcalde no puede inmiscuirse en la administración de la Personería.

C.O.T.- ¿En qué circunstancias consideraría presentar su renuncia?

F.R.B.- No pongo en duda que hay una crisis y mucha presión. Repito que soy humano y nunca en mi vida me habían dado tan duro. Al día de hoy no me queda nada a salvo: se metieron conmigo, con mi honra y con mi familia. Han barrido y trapeado conmigo; me masacraron, me condenaron y para poder hacerlo retrocedieron veinte años. Hicieron aparecer una declaración de Popeye en la que dice que me dieron plata en la Constituyente del 90. Esa es una afirmación que hizo este señor hace varios años en una entrevista de Álvaro García, entonces director de RCN Televisión, cuando yo aspiraba al Senado. La semana pasada los de RCN me esperaron a la salida de mi casa y me volvieron a preguntar por el tema como si fuera una noticia de ahora.

C.O.T.- Si las cosas son como usted las plantea, la pregunta sería de nuevo, ¿por qué todo el mundo lo querría atacar como usted sugiere?

F.R.B.- Para mí la conclusión es que van por el fracaso del partido y porque se perjudique su gobernabilidad. Primero quieren la cabeza del indio. Después van por la del Alcalde para que el Polo fracase en Bogotá.

C.O.T.- ¿Usted infiere que los “uribistas por Samuel”, y en concreto Mena y Bonilla, llegaron a hacer un trabajo sucio dentro de la campaña?

F.R.B.- Cuando Mena llegó a la campaña, sostenía que era muy cercano al Palacio de Nariño. Decía: “Yo le trabajé en la finca al doctor Álvaro Uribe; le cargaba la maleta; era su conductor; era su escolta”. Así se presentó. No diría que él y Bonilla llegaron a hacer una conspiración, pero hoy sí pienso con preocupación por el cambio de posición que tuvo Mena de un día para otro.

C.O.T.- A esa situación, ¿le daría el alcance de un montaje uribista?

F.R.B.- Vienen las elecciones y este es un año político. Hace rato que se escucha que la campaña de recolección de firmas para el referendo por la reelección fue infiltrada y se ha escuchado que a la fundación que lo promovía, entraron varios miles de millones de pesos. De esa magnitud es el lío.

C.O.T.- En consecuencia, ¿sí cree que hubo manos uribistas metidas en este escándalo?

F.R.B.- Creo que quieren tapar que hubo dineritos en el referendo, no sé de dónde. Pero se debería revisar el transporte y los vehículos que se usaron para llevar las cajas con las firmas que se recogieron.

Las cuentas del Personero

Según las denuncias periodísticas que se han publicado, Francisco Rojas Birry habría recibido $200 millones de pesos de DMG. Así lo indica una conversación telefónica que tuvieron dos empleados de David Murcia, que fue grabada por organismos de seguridad en enero de 2008, dos meses antes de que Rojas Birry se posesionara como Personero de Bogotá.

C.O.T.–¿Cuánto pagó en enero de 2008 de una deuda que tenía su casa?

F.R.B.– Pagué un embargo. Fueron $11’500.000.

C.O.T.– ¿De dónde obtuvo el dinero?

F.R.B.– Me puse a revisar los últimos diez años de mis salarios, ocho en el Senado y dos en el Concejo de Bogotá. En el Senado, mi promedio anual fue de 200 millones de pesos; es decir, un total de 1.600 millones de pesos en ocho años. Si le sumo a eso lo que devengué en dos años en el Concejo, me daría $1.800 millones. Después, entre gastos y mis deudas, sumé $900 millones. Es decir, sobran $900 millones. ¿Por qué no iba a poder pagar el embargo?

C.O.T.– ¿Por qué pagó el embargo justo en el momento en que lo contactaron de DMG y no antes o después?

F.R.B.– Porque yo estaba aspirando a un cargo público. Tenía opción de llegar, y si lo lograba, no quería posesionarme con mi casa embargada y debiendo el impuesto predial. Deseaba ponerme al día. Ya estando en la Personería adquirí un crédito por $70 millones para terminar de pagar mis deudas.

De Baudó a Bogotá

Francisco Rojas Birry pertenece a la etnia de los indígenas emberás del Alto Baudó, Chocó. Vivía, como muchas comunidades nativas, en la infinita pobreza de un caserío, en medio de la selva y al lado de un río. Por eso sus “primeras letras” fueron la caza y la pesca, hasta cuando sacerdotes dominicos lo “rescataron” de doce años, y lo llevaron a estudiar a un colegio en Quibdó. Posteriormente le financiaron la carrera de Derecho en Medellín. Pronto se destacó como un líder estudiantil. Nacionalmente su polémico nombre se empezó a conocer en la época de la Constituyente de comienzos de los años 90, de donde surgió la Constitución que rige hoy en Colombia. Ha sido concejal de Bogotá, senador de la República y miembro destacado del Polo Democrático Alternativo.

Su elección como Personero de la capital fue muy comentada en los medios por su cercanía política y de amistad con el alcalde Samuel Moreno Rojas, a cuyos funcionarios debe vigilar disciplinariamente. La administración de la Personería en el año que lleva al frente de ella ha sido criticada por la ejecución de algunos contratos calificados como “inoficiosos” por la prensa. Pero él argumenta que la atención de más de mil bogotanos diariamente requiere de elementos que serían innecesarios en otros entes que tienen menor contacto con el público más pobre de la capital.

2 de marzo de 2009

Organizaciones piden justicia en Colombia antes de la extradición de “HH”

Parauribismo/

Por organizaciones sociales

El Gobierno colombiano planea extraditar a Estados Unidos a Éver Veloza García, alias “HH”, a finales de febrero, lo cual acabaría con las investigaciones sobre graves violaciones de derechos humanos, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos por este paramilitar y por sus aliados

La Comisión Colombiana de Juristas, la Asociación para la Promoción Social Alternativa - Minga, la Corporación Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, la Corporación Reiniciar, la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento - Codhes, la Fundación “Manuel Cepeda Vargas” y la Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos,
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enviaron una petición al Fiscal General de Estados Unidos, Eric Holder Jr., solicitando que interceda públicamente ante el gobierno colombiano para que la extradición de Ever Veloza García sea suspendida hasta que se concluyan sus obligaciones con la justicia colombiana y los derechos de las víctimas colombianas a la verdad, la justicia y la reparación queden satisfechos.

Veloza García, alias HH, es ex comandante de dos temibles grupos paramilitares en Colombia, es responsable de al menos tres mil violaciones a los derechos humanos, incluyendo masacres, desaparición forzada, desplazamiento forzado y tortura, como en el caso de la masacre de “El Naya” en abril de 2001, donde paramilitares bajo el mando de HH ejecutaron a 27 personas, decapitándolas y desmembrándolas y finalmente tirando sus restos a un río. La mayoría de las víctimas pertenecían a comunidades indígenas y afrocolombianas.

Los paramilitares de HH tenían una política de atacar líderes sindicales y sociales. Las compañías bananeras en Urabá ayudaban a financiar los grupos paramilitares a cambio de que se acabaran las huelgas. Es decir, patrocinaban el asesinato de miembros de las organizaciones sindicales que no cooperaran.

Éver Veloza García está vinculado al proceso regulado por la ley 975, conocida también con el nombre de ley de Justicia y Paz, donde ha suministrado información importante sobre el paramilitarismo en Colombia, así como sobre alianzas entre paramilitares y fuerzas militares de Colombia, y sobre nexos con políticos, comerciantes y empresas.
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Igualmente ha proporcionado información sobre la ubicación de fosas comunes y, a diferencia de otros paramilitares, ha pedido perdón públicamente por sus actos a los familiares de las víctimas.

Es necesario más tiempo para que HH complete su proceso con la ley de Justicia y Paz, pues aún no ha confesado todos sus crímenes. Veloza García prometió dar información sobre cinco mil crímenes que se cometieron en las regiones donde él operaba como comandante paramilitar, además de proveer información sobre más fosas comunes.
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Así, por ejemplo, en el corregimiento de Zabaletas, corregimiento de Buenaventura (en la costa Pacífica colombiana), donde nueve años después de la primera de dos masacres cometidas en 2000 Y 2003 por los paramilitares de HH contra esta comunidad, los cuerpos de las víctimas desaparecidas no han sido encontrados, Veloza García es factor clave para la localización de estos restos.

Luego de la extradición precipitada de 16 jefes paramilitares desde mayo de 2008, 14 han cesado su participación en el proceso de justicia y paz. Los compromisos de los gobiernos de Colombia y de los EE.UU. para que los derechos de las víctimas colombianas a la verdad, justicia y reparación fueran garantizados no se han cumplido.

No obstante declaraciones del gobierno colombiano que cualquier beneficio jurídico otorgado a los paramilitares en el marco de los procesos por el crimen de narcotráfico sería condicionado a su colaboración para garantizar los derechos de las víctimas, ninguno de los pre-acuerdos conocidos obliga a los paramilitares a seguir con la justicia colombiana.

No hay garantía de que los bienes incautados en los EE.UU. sean devueltos para beneficio de las víctimas colombianas; tampoco hay garantía de que los paramilitares mismos sean devueltos para enfrentar la justicia colombiana. Los crímenes cometidos en Colombia por los paramilitares extraditados quedan en impunidad.

Existe el riesgo grande de que las víctimas nunca vayan a saber la verdad de los motivos, los colaboradores y los beneficiarios de estos crímenes, ni la ubicación de los restos de sus seres queridos. Igualmente existe el riesgo grande de que queden sin reparación.

Los gobiernos de Estados Unidos y de Colombia, tienen ahora la oportunidad de cambiar el curso de los hechos y de no cometer el mismo error. Deben permitir a Éver Veloza García permanecer en Colombia hasta que se cumplan sus obligaciones con la justicia colombiana y que los derechos de las víctimas colombianas a la verdad, la justicia y la reparación queden satisfechos.

Diferir la extradición de “HH” no significa impedirla de manera absoluta. Se trata tan sólo de que se haga efectiva luego de que cumpla con todas sus obligaciones ante la justicia colombiano.
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Así las cosas, no existe razón jurídica ni práctica alguna que pueda justificar su extradición ahora, mientras están en curso investigaciones por graves violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, de las cuales depende que los derechos de las víctimas de estos crímenes sean efectivamente reconocidos y, en lo posible, reparados.

Liberación de reenes de las farc